... A todas horas que intento recordar lo feliz que pasamos, ella conmigo y yo con ella, me pregunto:
Habré interpretado mal su amistad y su cercanía hacia mi?, habré tenido una mala interpretación de su buen trato?, sus mensajes de texto al celular informándome que no vendrá a hacerme compañía en la hora del almuerzo? Habré interpretado mal los deseos personales de buen fin de semana?, no lo se... Solo puedo decir que hoy la extraño demasiado a la hora del almuerzo, a la hora que el sol se detiene en dirección a mi, como en todos los días que la estoy pasando solo, sin su compañía...
Si supiera que a diario llevo su sonrisa en mi corazón y que en el día a día deseo compartir con ella mi alegría, disfrutar de su ternura en los almuerzos y poder captar su sonrisa para que me ilumine los días; de lo que tengo aquí dentro, no dudaría…
Sé que no es nada respetuoso decirle esto a mi amiga, aquella que por mucho tiempo estuvo a mi lado, pero la verdad es que ha ganado mis sentimientos y no he logrado cumplir con nuestra amistad, amistad que no debería ser de aprovechados…
Ahora sé que no se sentiría privilegiada si le dijera que a cada instante pienso en ella, que deseo escribirle un mensaje para saber como ha pasado el día y desearle un buen fin de semana… Pienso en ella casi todas las tardes, cuando va muriendo el día, cuando el crepúsculo se dibuja en el horizonte que es a donde ella se dirige, al norte, camino distinto al mío…
Pienso en ella como no he pensado en nadie y como nadie la ha pensado yo pienso en ella. Me pregunto, que estará haciendo a esta hora?, quien le estará haciendo compañía?, quien le estará robando una sonrisa a la hora del almuerzo?… solo yo se cuantas cosas mas...
Existen en mi, momentos de complacencia cuando me convenzo de que debe estar feliz como todas las veces que la he visto; y no me siento tranquilo por que entiendo que su vida, como el mío, deben continuar por sendas diferentes.
Existen en mi, momentos de complacencia cuando me convenzo de que debe estar feliz como todas las veces que la he visto; y no me siento tranquilo por que entiendo que su vida, como el mío, deben continuar por sendas diferentes.
Ahora me digo que debí decirle en ese momento lo que me estaba pasando, que no podía seguir ocultándolo, que solo por verla voy hacia ese viejo comedor, solo por saber que esta bien y verla sonreír a cada día.
He tenido que soportar su ausencia todo este tiempo tranquilizando a mi corazón y a mis ojos que reclaman su presencia.
He tenido que callar un sin fin de cosas que debí o debo decirle, he tenido que callar infinidad de veces decirle que la necesito, que me gusta estar con ella, que en estos momentos todo pierde su importancia real si no logro verla...
Me queda en la memoria su imagen excepcional, esos rizos hermosos de caída elegante sobre sus hombros y que cuelgan al lado de sus ojos, que cubren sus oídos y que le dan una figura inigualable a su rostro…
Creo que perdí la inmejorable oportunidad de hacerla reír. Aunque sea por última vez perdí la oportunidad de ver esa sonrisa ideal que me cautivaba... Creo que perdí la inmejorable oportunidad de decirle cuanto la quiero, que deseo verla a cada día, que me gusta verla sonreír y que la pasaría bien conmigo en cada día que nos queda…
Para recordar este trajín...
Creo que perdí la inmejorable oportunidad de hacerla reír. Aunque sea por última vez perdí la oportunidad de ver esa sonrisa ideal que me cautivaba... Creo que perdí la inmejorable oportunidad de decirle cuanto la quiero, que deseo verla a cada día, que me gusta verla sonreír y que la pasaría bien conmigo en cada día que nos queda…
Para recordar este trajín...
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