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AÑO DEL OLVIDO

"De pronto uno se aleja de las imágenes queridas, amiga quedas frágil en el horizonte, te he dejado pensando en muchas cosas, pero ojalá pienses mucho en mí."* Lo que un día fue, hoy no queda nada, reviso la carpeta de mensajes y veo que permitimos que entre nosotros se entrometieran otras prioridades y así un témpano de hielo nos separó y nos alejó sin consideración.

Ella se despidió en primavera, en esa primavera que nos tuvo cautivos, esa primavera diferente que muchos esperamos que no vuelva jamás. Ella se despidió lentamente, haciendo que el dolor sea más intenso y profundo, convirtiendo al amor en mendigo del tiempo y cautivo de los recuerdos.

Ella se despidió cuando mis pensamientos y sentimientos estaban centrados en hacer realidad las cosas del que tanto habíamos hablado y cuando el corazón aún tenía esperanzas en volver a verla. Ella se despidió un día en que las hojas de los árboles caían sin cesar, un día en que no midió el daño que causaría su partida. 

Ese día, un viento tan frígido acompañó su adiós. Ese mismo viento ahora me traen sus recuerdos y hace que clame por otra oportunidad. Ahora, mis ganas por saber de ella son inmensas, me complacería oír de sus labios todas las palabras que no le pude oír y de ser posible llenar el vacío que dejó mi abandono precoz, causa de nuestro alejamiento. 

Ahora que me acuerdo de sus fotos, de aquellos que ya no los tengo, de aquellos que los borré de la carpeta de archivos de mi vida, no voy a negar que me traían felicidad cuando las podía ver. Ahora que su silueta ronda mi cabeza, quizás borrosa, quizás lejana, debo aceptar que me hubiera gustado que nos despidiéramos con un enorme abrazo, una hermosa sonrisa y con la seguridad de que pronto volveríamos a encontrarnos.

Ahora que se acaba el año, se acaba también aquellos días en que vivimos con nuestros antagonismos y sarcasmos. Ahora que ella está lejos me quedo con las ancias de sentir su respiración y su aroma de mujer. Ahora que empieza un nuevo año ojalá llegue el día en que derruyamos ese insufrible tempano de hielo y volvamos a vernos otra vez, dado que hay tanto por hacer y mucho por vivir...

Quizás al escuchar esta canción se le ocurra dedicármela



* Extracto del poema CREDO de Mario Benedetti.

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