Nunca imaginé que la historia recientemente iniciada tendría tan pronto su final. Hace unos días atrás decidimos terminar lo que parecía algo duradero, y lo hicimos por la buena. Duele tanto la decisión tomada que hasta ahora me cuesta reconocer que mañana ya nada será como ayer y que hoy todo deprime.
Ahora, otros ojos junto a los suyos mirarán la alborada. Ahora, otros ojos la desnudarán con su mirada y recorrerán su cuerpo al anochecer y al amanecer. Ahora, será otro quien se muerda los labios por tenerla en su cama. Serán otras manos que recorran su piel y le lleven al éxtasis anhelado. Ahora, será otro quien junto a ella recorrerá ese mundo del que tanto hablamos. Será otro quien abrace sus sueños y la acompañe en sus ideales.
Y mientras que el mar en la oscuridad siga golpeando con sus fuertes olas a las piedras en la playa; a nosotros, en noches diferentes nos alumbraran estrellas diferentes. Y mientras que por aquí en las noches el frío se vuelva persistente, las grandes gotas de lluvia caigan lentamente en el tejado y el viento me traiga su recuerdo, me sentiré solo, suspiraré profundamente y pensaré en ella.
Y mientras el recuerdo inunde mi cabeza aceptaré que ya no habrá más fotos, ni bromas, ni risas, ni coqueteo, ni platicas de cosas que nos fascinaban. Ahora, mientras yo vivo recordándola, de seguro que a su vida llegarán muchos caballeros que querrán compartir su tiempo y ocupar el lugar privilegiado que Yo ocupaba.
Ahora, tal vez, los tiernos lobos olfatearán la presa fresca, la rondarán y tratarán de cazarla. Mientras eso ocurre Yo trataré de no morir de pena por no saber más de ella y por no estar ahí para resguardarla.
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