Ir al contenido principal

FINAL DE UNA HISTORIA RECIENTE


Nunca imaginé que la historia recientemente iniciada tendría tan pronto su final. Hace unos días atrás decidimos terminar lo que parecía algo duradero, y lo hicimos por la buena. Duele tanto la decisión tomada que hasta ahora me cuesta reconocer que mañana ya nada será como ayer y que hoy todo deprime.

Ahora, otros ojos junto a los suyos mirarán la alborada. Ahora, otros ojos la desnudarán con su mirada y recorrerán su cuerpo al anochecer y al amanecer. Ahora, será otro quien se muerda los labios por tenerla en su cama. Serán otras manos que recorran su piel y le lleven al éxtasis anhelado. Ahora, será otro quien junto a ella recorrerá ese mundo del que tanto hablamos. Será otro quien abrace sus sueños y la acompañe en sus ideales.

Y mientras que el mar en la oscuridad siga golpeando con sus fuertes olas a las piedras en la playa; a nosotros, en noches diferentes nos alumbraran estrellas diferentes. Y mientras que por aquí en las noches el frío se vuelva persistente, las grandes gotas de lluvia caigan lentamente en el tejado y el viento me traiga su recuerdo, me sentiré solo, suspiraré profundamente y pensaré en ella.

Y mientras el recuerdo inunde mi cabeza aceptaré que ya no habrá más fotos, ni bromas, ni risas, ni coqueteo, ni platicas de cosas que nos fascinaban. Ahora, mientras yo vivo recordándola, de seguro que a su vida llegarán muchos caballeros que querrán compartir su tiempo y ocupar el lugar privilegiado que Yo ocupaba. 

Ahora, tal vez, los tiernos lobos olfatearán la presa fresca, la rondarán y tratarán de cazarla. Mientras eso ocurre Yo trataré de no morir de pena por no saber más de ella y por no estar ahí para resguardarla.



Comentarios

Entradas populares de este blog

UNA DÉCADA DESPUÉS

Las redes sociales ayudan a ubicar personas que hace un buen tiempo dejamos de ver o perdimos contacto. Debo decir que utilizando este medio, hace un par de meses atrás, logré tener contacto con quien mi corazón tenía agendas pendientes y con quien hace más de una década atrás dejamos de vernos, dejamos de platicar. Nuestro primer reencuentro fue por medio de la mensajería instantánea. En las primeras líneas de esas conversaciones mostramos nuestra felicidad por volver a saber el uno del otro. Fuimos muy expresivos con cada letra escrita, que finalizando nuestra conversa coincidimos en que no deberíamos perder contacto y que sería fenomenal volver a vernos físicamente. Es así que compartimos nuestros números telefónicos, nos agregamos al WhatsApp y empezamos a reconocernos. Cuando llegó el día del reencuentro no podía creer que ella estaba ahí conmigo. Después de casi una década de habernos alejado por cosas de la vida realmente logramos reencontrarnos. Ella llegó con toda su luz, con ...

SUEÑOS ROTOS

Cuando llegó la hora del almuerzo, ella asistió a la cita con ese vestido floreado color rosa y con esa sonrisa sincera que me encanta. Fue un jueves de febrero, con un abrazo la recibí, besé sus labios, su rostro, sus ojos, su frente. Me sentí feliz porque ese día ella almorzaría conmigo. Después de muchísimo tiempo tendríamos una cita donde quizás podríamos hablar de lo que realmente sucedió entre nosotros, para estar así, en silencio y tan alejados. Después de muchísimo tiempo, en ese almuerzo la vi contenta, feliz; en ese momento entendí que ella también quería reunirse conmigo y quizás repetir los momentos que alguna vez solo fueron para los dos. Ese día fui sincero con ella, con una de mis manos sobre sus piernas bajo esa falda rosa y con la otra tomándole de la mano le pedí que nunca se vaya, que quiero arreglarlo todo, que lo nuestro puede aún florecer y que podríamos retomar todo lo que alguna vez fue felicidad para ambos. Ese jueves de febrero, traté de relatarle lo que viene...

SU CALLE Y MIS RECUERDOS

Hoy he pasado por esa calle, esa ancha avenida que tiene tres carriles de subida y tres carriles de bajada. Hoy pasé por esa calle, esa que está a dos o tres cuadras de la estación del Metropolitano. Hoy pasé por esa puerta y divisé las flores, las plantas, los arbustos, las pequeñas ardillas que van trepando los árboles de ese pequeño jardín que da la bienvenida a ese condominio donde ella se hospedó. He pasado por esa calle, y en medio de este sol imperante en esta ciudad de cemento miré otras ardillas bajar del árbol a buscar agua para beber. He pasado por esa calle y recordé ese día cuando la dejé, ahí entre las rejas, sufriendo en abrir la puerta de metal y prometiéndome que pronto volvería para encontrarse conmigo, poder reunirnos y revivir la penúltima vez. Hoy he pasado por esa calle y la recordé sonriéndome y diciéndome que volvería pronto a la capital, para abrazarnos, ponernos al día de nuestras cosas y tomarnos la bebida que es recomendada en el centro histórico de esta ciu...