Ir al contenido principal

NECESITO DE TI

Hoy, en que me agobian las penas, y los recuerdos del maravilloso pasado que tuvimos son más latentes, necesito de ti. Este día, en que la calma del hogar se va desvaneciendo como la arena del mar, cuando mi alegría va muriendo y se torna en tristeza la felicidad, necesito tanto de ti para que calmes esta melancolía que me embarga y me agobia. 

Necesito de ti para poder reír y saber que estás pendiente de mi vida, como lo era antes. Alegrarían mis días saber que me necesitas, como yo necesito de ti en estos momentos críticos, estos en que el trance económico, emocional y laboral confabulan contra mí. 

Te has alejado demasiado de mi vida, tanto que a veces no recuerdo el tono de tu voz, esa voz que me encanta y que me hace remontar a ese hermoso pasado cuando reímos juntos, de cualquier cosa o de todo. Poco a poco te vas alejando de mi vida, tal vez de manera pensada o quizá por los propios quehaceres del día a día, no lo sé; lo único que hondamente siento y noto es tu ausencia y tu indiferencia.
 
Aquel mundo ideal que deseaba construir a tu lado, al pasar el tiempo y sin quererlo se va desvaneciendo por tu proceder. Yo intento demostrarte mi amor y mi afecto como lo sé hacer; escribiéndote los recuerdos que viven en mí y haciéndote reír con mis ocurrencias y mis anécdotas, y sencillamente lo hago para verte feliz. De todo ello, siempre pensé que te encantaban y que disfrutaste estar a mi lado, pero tal vez no haya sido así, pues cuando necesito de ti no te encuentro por ninguna parte y me atormento profundamente porque no puedo llamarte. 

La noche pasada te soñé y en la mañana de hoy te lo quise contar, pero no quise molestarte y creo que con mi silencio logré evitar la generación de algún problema que en el futuro hubiera sido incurable.

Y aquí, guardando en mí interior todo lo que debes saber, estoy sentado en esta triste sala; por la ventana puedo ver el externo de nuestro hogar y nuestras vidas, veo que todo transcurre igual, como siempre, alejado a lo que siento e indiferente a nuestra situación. El tiempo pasa lentamente y la tristeza quiere aprovechar mi depresión para envolverme en su maraña, pensativamente miro la noche y veo como "se derrama el sol en el cielo huyendo del anochecer, las estrellas cantan la melodía que revive en mí el ayer, esa melodía que intento no escuchar por no sufrir, es la misma melodía que una noche en aquella nuestra casa me hizo feliz" 1. 


Necesito de ti para que los días futuros sean de prosperidad, necesito de tu voz diciéndome que me quieres, que no deseas alejarte de mí y que te gustaría compartir más momentos a mi lado. Necesito de ti para que nuestras tardes vuelvan ser lo de antes, sencillamente necesito de ti para que los días futuros sean mejores que ayer.




1. Francisco Javier. Imposible olvidarte

Comentarios

Entradas populares de este blog

UNA DÉCADA DESPUÉS

Las redes sociales ayudan a ubicar personas que hace un buen tiempo dejamos de ver o perdimos contacto. Debo decir que utilizando este medio, hace un par de meses atrás, logré tener contacto con quien mi corazón tenía agendas pendientes y con quien hace más de una década atrás dejamos de vernos, dejamos de platicar. Nuestro primer reencuentro fue por medio de la mensajería instantánea. En las primeras líneas de esas conversaciones mostramos nuestra felicidad por volver a saber el uno del otro. Fuimos muy expresivos con cada letra escrita, que finalizando nuestra conversa coincidimos en que no deberíamos perder contacto y que sería fenomenal volver a vernos físicamente. Es así que compartimos nuestros números telefónicos, nos agregamos al WhatsApp y empezamos a reconocernos. Cuando llegó el día del reencuentro no podía creer que ella estaba ahí conmigo. Después de casi una década de habernos alejado por cosas de la vida realmente logramos reencontrarnos. Ella llegó con toda su luz, con ...

LO SILENCIOSO DE LO NUESTRO

Lo nuestro empezó un otoño. Aquella primera vez fue por puro gusto, pero no voy a negar que fue a primera vista. Desde ese momento no hemos dejado de escribirnos, así como tampoco de desaprovechar cualquier ocasión para besarnos, abrazarnos, tocarnos y sentirnos. Que sin importar el horario, el lugar y la gente mostramos nuestro anhelo de querer estar juntos por lo menos en esos instantes . Muchas veces,  por unos minutos  y en distintas calles desconocidas, he detenido el auto para besarnos intensamente. Me fascinaron tanto sus besos que innumerables veces quedé manchado con ese expresivo color rojo de su labial, esas huellas que se hacían a  la difícil en borrarse de mi rostro .   Así es, en el tiempo que pudimos juntarnos nos la hemos pasado besuqueándonos por doquier, yo acariciándole las piernas, los pechos, el cuello y su rostro; por su parte, ella sujetándome fuertemente la cabeza y abrazándome con todo su ser. Ese fue nuestro lenguaje con el que buscamos...

SU CALLE Y MIS RECUERDOS

Hoy he pasado por esa calle, esa ancha avenida que tiene tres carriles de subida y tres carriles de bajada. Hoy pasé por esa calle, esa que está a dos o tres cuadras de la estación del Metropolitano. Hoy pasé por esa puerta y divisé las flores, las plantas, los arbustos, las pequeñas ardillas que van trepando los árboles de ese pequeño jardín que da la bienvenida a ese condominio donde ella se hospedó. He pasado por esa calle, y en medio de este sol imperante en esta ciudad de cemento miré otras ardillas bajar del árbol a buscar agua para beber. He pasado por esa calle y recordé ese día cuando la dejé, ahí entre las rejas, sufriendo en abrir la puerta de metal y prometiéndome que pronto volvería para encontrarse conmigo, poder reunirnos y revivir la penúltima vez. Hoy he pasado por esa calle y la recordé sonriéndome y diciéndome que volvería pronto a la capital, para abrazarnos, ponernos al día de nuestras cosas y tomarnos la bebida que es recomendada en el centro histórico de esta ciu...