Hoy, después de dos semanas de haber pasado los días maravillosos a lado de aquella hermosa mujer, después de concretarse el episodio que añoré desde que la conocí, me animo a escribir esta parte de la historia, aunque tal vez cuando se haga publico ya hayan pasado mas de quince días. Pues hasta hoy, ha pasado quince días desde que estuve cerca a ella, de haber compartido un viaje a los lugares más recónditos de la zona andina de nuestra patria, de haber compartido momentos agradables donde ambos nos divertimos, días en que empezamos con risas y terminamos con largas carcajadas. Ha pasado 15 días desde que estuvimos juntos en ese cuarto de casa/hotel, donde escuchamos las canciones que era deleite de ambos y donde a cada sorbo de aquel trago que de a pocos nos embriagaba hablamos de lo nuestro y de lo que quisiéramos hacer; así y así nos perdimos en lo discursivo, tanto que nos quedamos dormidos uno al frente del otro. Por mi parte, intenté, quise que ese corto tiempo durara ...
Una etapa de nuestra vida