Ha pasado más de una década desde que por vez primera nos vimos, recuerdo que fue en esa humilde plazuela de aquella universidad que hoy representamos. Ha pasado una década desde que en aquellas aulas y rampas resbalosas jugábamos tan enamorados, pensando y germinando un futuro que, tal vez, no debería ser como hoy lo es. Perdona porque lo nuestro no sea como lo planeamos en esos tiempos, perdona por todo lo que hasta ahora no hemos logrado y por todo lo que arruiné al enamorarte; sé que tenías muchas aspiraciones antes de conocerme; pero, el nacimiento de nuestra primera hija hizo que se retrasara la realización de tus metas, creo además ayudó mucho al retraso cuando egoístamente priorizaste mis metas y postergaste las tuyas... Hoy, reafirmo que dentro de mí sigue latente el deseo de verte grande y mejor que ayer, de ayudarte a que logres las metas que te trazaste cuando ingresaste a ese centro de estudios, cuando soñaste con un futuro diferente, que te engrand...
Una etapa de nuestra vida